Pasarán
muchos años y nunca olvidaremos el día 31 de Julio del 2014. Este día quedará
marcado, por desgracia, especialmente en la memoria de la familia
Ramiro-Moreno, que ha visto destruido el enorme esfuerzo realizado para
forjarse un futuro en el sector de la ganadería y que, por diferentes
circunstancias que no quiero remover, ha dado al traste con un proyecto ilusionante
que iniciaron hace unos años Macario y su hijo Jaime.
La
desgracia se cebó con esta humilde familia en la tarde del pasado jueves, que
vivió unos momentos horribles al ver que las llamas de un incendio proveniente
de una finca cercana en la que se estaban realizando unos trabajos que
generaron la propagación del fuego, arrasaban la nave donde se encuentra la
explotación.
Ahora
toca recuperar, fundamentalmente, el ánimo de estos grandes amigos que han visto
cortada de manera trágica su principal fuente de ingresos. El futuro lo marcará
el destino; sus decisiones serán las mejores, y muy pronto estarán de nuevo “al
tajo” en éste u otro trabajo que les llevará de nuevo a ser felices.
Mis
deseos para vosotros: Macario, Angelines, Jaime, Anita y demás familia, no hace
falta ni manifestarlo, os lo podéis imaginar. Me consta lo mucho que habéis
pasado hasta culminar en este desgraciado hecho. De aquí en adelante la vida
tiene que pagaros todo lo mucho que habéis merecido y que hasta ahora no os ha
sabido agradecer.
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